La estimulación de la médula espinal es un procedimiento que utiliza impulsos suaves eléctricos a la columna vertebral para tratar el dolor crónico causado por una variedad de condiciones, incluyendo cirugía fallida de espalda, dolor neuropático, neuropatía y síndrome complejo del dolor regional o reflejo/síndrome de distrofia simpática.
Un generador de pulsos pequeños envía impulsos eléctricos a la médula espinal. Estos pulsos interfieran con los impulsos de nervio que hacen sentir dolor sustituyéndolos por una sensación de hormigueo.
Para implantar el estimulado, se suele hacer uso de un anestésico local y un sedante. Su médico generalmente primero inserta un estimulador de prueba a través de la piel para dar el tratamiento. Si la prueba tiene éxito, su médico puede implantar un estimulador permanente. El estimulador se implanta bajo la piel del abdomen, y los pequeños cables revestidos (conductores) se insertan debajo de la piel hasta el punto donde se insertan en el conducto raquídeo. Esta colocación en el abdomen es más estable y efectiva.
Usando un dispositivo portátil que funciona como un control remoto, usted puede ajustar el estimulador a áreas específicas y niveles de dolor, dependiendo de sus actividades y cómo cambia el dolor durante el día.